
Es bien conocido que la función principal del corazón es el bombeo de la sangre.
La sangre, entre otras funciones, tiene la tarea de transportar innumerables elementos entre los diferentes tejidos que componen nuestro cuerpo.
Estos elementos varían, por ejemplo, desde el oxigeno captado por los pulmones, los nutrientes asimilados por el sistema digestivo o las hormonas sintetizadas por las diferentes glándulas distribuidas en todo el cuerpo. También se podría mencionar como elementos transportados, las diferentes células o sustancias generadas por el sistema inmunológico para nuestra defensa, los electrolitos, neurotransmisores, etc.

Teniendo en cuenta esta gran cantidad de componentes transportados por la sangre, es evidente la importancia que tiene el corazón para mantener un equilibrio, para que de esta manera, la totalidad del cuerpo funcione de forma saludable.
En ocasiones el corazón, por diferentes causas, es incapaz de funcionar de forma óptima, por lo que esta deseada armonía, o lo que en medicina se denomina homeostasis, se ve truncada.
Si esta disfunción como bomba es severa, es la vida la que está en juego. Por esta razón, además de intentar solucionar el problema de base para devolver el equilibrio al cuerpo, la medicina moderna dispone de algunas estrategias terapéuticas para remediar esta emergencia médica.

Dentro de la gama terapéutica que los cardiólogos utilizan para intentar reestablecer una aceptable función como bomba, se incluyen dispositivos que sustituyen algunas de las funciones que normalmente lo haría el propio corazón, y todo el organismo, en condiciones saludables.
Como ejemplos de estos aparatos utilizados se podría mencionar al famoso Marcapasos y al Desfibrilador automático implantable (DAI), que son dispositivos electrónicos programables, que a través de unos electrocatéteres que se colocan en las cavidades cardíacas, permiten registrar la actividad eléctrica del corazón, y en caso de detectar alguna falla, disparan impulsos eléctricos artificiales, ya sea para sustituir a los impulsos eléctricos propios del corazón cuando estos se ausenten o sean más lentos de lo normal en el caso del Marcapasos, o para restablecer el ritmo normal del corazón en caso que se produzcan ritmos anómalos, como la fibrilación ventricular, potencialmente mortal si no se revierte a tiempo, mediante el DAI.

Otro aparato utilizado, no tan conocido, es el Dispositivo de asistencia mecánica cardíaca. Este dispositivo es una bomba mecánica implantable que ayuda al corazón a expulsar la sangre desde las cámaras cardíacas hacia el resto del cuerpo. Se utiliza cuando una persona tiene un corazón debilitado, denominándose insuficiencia cardíaca.
Cómo actuarán los Centros de Reconocimiento de Conductores a la hora de obtener o renovar el permiso de conducir cuando existe esta dolencia?
Por regla general, Tráfico no admite la portación de este tipo de dispositivos para conducir, aunque en algunos casos donde se deben cumplir ciertas condiciones, se acepta su uso. Es aquí donde los Centros de Reconocimientos de Conductores cobran importancia , ya que son ellos los que determinan, siguiendo los parámetros de Tráfico si es aceptado o no la conducción.

A continuación informamos qué dice Tráfico:
Para los usuarios con carnets de conducir no profesionales que porten Marcapasos, transcurridas al menos dos semanas desde la implantación, y con informe favorable del cardiólogo, que verifique el buen estado del dispositivo y la curación de la herida, se podrá obtener o renovar el permiso de conducir con un periodo de vigencia de 3 años.
Para los portadores de DAI, transcurridos 3 meses desde la implantación del desfibrilador para los casos de prevención secundaria y 2 semanas para la prevención primaria, se podrá obtener o renovar el permiso de conducir con periodo de vigencia de 1 año.
En el caso de sufrir una descarga apropiada, no se podrá obtener o renovar el carnet de conducir hasta transcurridos al menos 3 meses sin recurrencia y con informe favorable de un especialista. En el caso de descargas inapropiadas, no se podrá obtener o renovar el permiso de conducir hasta establecer las medidas que eviten nuevas descargas inapropiadas.
En los casos de Dispositivos de asistencia mecánica cardíaca en pacientes en clase funcional I ó II, sin historia de arritmias ventriculares y sólo con informe favorable del cardiólogo se podrá obtener o renovar el permiso de conducir con un periodo de vigencia de 1 año.

Para los usuarios con carnets de conducir profesionales, que porten Marcapasos, transcurridas al menos 4 semanas desde la implantación, y con informe favorable del cardiólogo, que verifique el buen estado del dispositivo y la curación de la herida, los centros de reconocimiento de conductores podrán otorgar el Apto en las obtenciones o renovaciones del permiso de conducir con un periodo de vigencia de 2 años.
Tráfico no admite la portación de Desfibriladores automáticos implantables ni Dispositivos de asistencia mecánica cardíaca en este grupo de conductores.