En el blog anterior hemos hablado de las colisiones en el mar. En esta ocasión hablaremos de unas de las causas más frecuentes de las mismas, la niebla.
Aunque hay diferentes tipos de niebla y diferentes causas que mencionaremos más adelante, a grandes rasgos y a modo de síntesis se podría decir que la niebla es una nube baja. Y las consecuencias de esto es una menor visibilidad, suponiendo un riesgo considerable para la navegación.
Este fenómeno climatológico, responde a un enfriamiento del aire por debajo del punto de rocío, refiriéndose a este punto al instante a partir del cual se condensa el vapor de agua que hay en la atmósfera, teniendo en cuenta que en el aire ambiental siempre existe vapor de agua. El aire en el mar mediterráneo, por lo general será más húmedo en invierno que en verano, lugar que nos concierne por ser el sitio de navegación mayoritario de nuestros clientes y amigos interesados en renovar u obtener las titulaciones marítimas como el PER, entre otras.
Podríamos mencionar algunos tipos de niebla, como ser la niebla por radiación, que se da en general luego de la puesta del sol, cuando el suelo pierde calor a través de la emisión de radiación infrarroja (de ahí su nombre), produciendo una condensación del aire cercano a este. La niebla de vapor se da cuando el aire frío se mueve sobre aguas más cálidas.
El vapor del agua entra en la atmósfera, y la condensación se da cuando se alcanza el punto de rocío. La niebla de precipitación es provocada cuando la lluvia entra en contacto con el aire seco y caliente de la atmósfera, lo que produce la evaporización del agua, que se enfría, y cuando llega al punto de rocío, se forma la niebla. La denominada niebla de ladera se produce cuando una corriente de aire choca contra una ladera de una formación geológica montañosa. Al ascender y entrar este aire en la atmósfera, se condensa por la humedad. Por este motivo es que se aprecian nublados muchos picos montañosos. La niebla por advección, se da cuando el aire caliente y húmedo pasa por encima de superficies frías, ya sea suelo o agua, lo que provoca que se enfríe el aire, aumentando la humedad relativa, y se forme así la condensación. Estas son sólo algunos de los tipos de niebla, aunque existen muchos más.
Los peligros que atañen estos bancos de niebla, como mencionamos anteriormente, son las colisiones o abordajes, ya sean entre embarcaciones, contra objetos fijos o flotantes, además del riesgo de varada o encallamiento en zonas costeras.
Para prevenir este tipo de incidentes, se recomienda en la medida que se pueda, la utilización de radares. El uso de este tipo de tecnología ha disminuido considerablemente cualquier tipo de accidente. Aunque se debe tomar la precaución de no depender absolutamente de estos, ya que podrían generarse errores técnicos o de interpretación de los mismos, sobre todo en los marineros poco experimentados en el uso de estos aparatos.
También se recomienda, por supuesto, estar alerta constantemente de posibles apariciones de objetos potencialmente peligrosos contra nuestra embarcación.
Reducir considerablemente la velocidad de nuestra navegación es otro punto clave para prevenir cualquier tipo de colisiones, ya que nos daría mayor tiempo para realizar alguna maniobra imprevista para evitarlas.
Otros tipos de medidas enfocadas ante este tipo de fenómeno meteorológico indeseable para todo marinero, es la utilización de luces y/o señales de niebla, como son las balizas, así como el uso de señales sonoras obligatorias y reglamentarias.
Para minimizar situaciones de riesgo lo más indicado sería evitar navegar en zonas de mucho tráfico comercial o zonas de mayor tráfico marítimo en general.
Por último, para mayor seguridad a la hora de la navegación, recomendamos revisar el Reglamento Internacional para prevenir abordajes en situaciones de baja visibilidad, no sólo en caso de niebla.