El estudio del comportamiento humano en conducción es fundamental para comprender el fenómeno vial, pues son las personas quienes toman las decisiones sobre el itinerario, la clase de vehículo, las revisiones de dicho vehículo, las infraestructuras, la generación de normas que regulen la conducción, etc. Y, lo más importante, son las personas las que ejercen acciones sobre los mandos de un vehículo en cada momento de la conducción.
En los Centros de Reconocimiento de Conductores se pone especial énfasis en la revisión de los aspectos físicos y psíquicos, de los cuales depende que la conducción se ejecute de un modo seguro y eficaz, con el objetivo de minimizar riesgos.
El factor humano es un concepto múltiple, que engloba diversos aspectos de la psique humana:
Aspectos psicofísicos, como la atención y la percepción.
Aspectos motivacionales. La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.
Aspectos emocionales. Las emociones son estados afectivos que implican una reacción subjetiva al ambiente, que viene acompañada de cambios orgánicos de origen innato, influidos por la experiencia.
Las diferencias individuales, que son el conjunto de rasgos que diferencian a una persona de las demás.
Finalmente, las cuestiones del comportamiento social de los individuos. La conducción no es un acto aislado, sino que resulta un sistema de enorme interacción social.
Existen numerosas investigaciones que demuestran la influencia de los estados emocionales alterados, derivados de la problemática personal, en la práctica de la conducción. Así pues, los estados eufóricos llevan a distorsiones en la percepción de las situaciones viales, de las capacidades propias y en la valoración de los comportamientos del resto de conductores.
Igualmente, cabe resaltar que las afecciones o situaciones depresivas provocan efectos inhibidores sobre el sistema atencional, como desactivación de los sistemas básicos de percepción, atención y toma de decisiones, así como efectos sobre el sistema psicomotor.
También se ha comprobado el impacto de hechos significativos y de momentos de gran agitación emocional (victorias deportivas, noticias angustiantes, despidos laborales, crisis sentimentales…) en la calidad de la conducción. Los procesos atencionales y perceptivos, en un gran porcentaje de los conductores, resultan perturbados por cualquier alteración del estado emocional.
A modo de conclusión, cabe resaltar el hecho de que la influencia de las alteraciones emocionales en la conducción es muy variada, pudiendo ir desde en importantes desconexiones de los sistemas atencionales, perceptivos y de la toma de decisiones, hasta el surgimiento de actitudes claramente agresivas, e incluso rayanas en lo suicida.
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