Estrés, ansiedad y depresión en la conducción

renovar el carnet de conducir

En las consultas diarias de nuestro Centro de Reconocimiento Médico  un alto porcentaje de conductores nos comentan estar medicándose  con ansiolíticos o antidepresivos por problemas de ansiedad, de estrés laboral o depresión.

Se estima que entre el 15 y 20% de la población padece algún trastorno de ansiedad, responsable de diversos tipos de padecimientos que afectan a la conducción.

Padecer ansiedad o depresión, y estar medicado, no impide que usted pase la prueba de reconocimiento médico para tramitar la renovación de su carnet de conducir, mientras esté controlado e informado por un especialista.

Detallaremos en forma breve y sencilla cada una de ellas, su tratamiento y sus consecuencias al volante.

 

La Ansiedad

La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante una situación. Todas las personas tienen la capacidad para reaccionar con ansiedad ante una determinada situación de amenaza real o no. El problema reside cuando ésta se convierte en patológica, porque la persona tiene respuestas ansiógenas ante situaciones que no deberían provocar esa respuesta.

Las situaciones que provocan ansiedad son todas aquellas en las que el individuo se pueda sentir amenazado, aunque no suceda nada en especial. Desde situaciones de peligro físico, de evaluación, de amenaza interpersonal a situaciones con elementos fóbicos en general, cualquier situación cotidiana, inclusio si el individuo está pensando en cosas amenazantes para sus intereses.
Los ansiolíticos son los fármacos empleados en el tratamiento de la ansiedad. Y dentro de ellos, las benzodiacepinas son los más empleados. Además de la medicación la terapia forma parte del tratamiento.

¿Cómo afecta al conductor?

– La enfermedad: Los efectos de la ansiedad sobre la conducción son variados pero por lo general los conductores con este tipo de trastornos suelen reaccionar de forma más agresiva y sobre todo más irritable. Normalmente puede distraerse con frecuencia.

– El tratamiento: Aunque no todos los ansiolíticos producen los mismos efectos, generalmente su consumo afecta a la capacidad de conducir disminuyendo la atención, aumentando el tiempo de reacción y produciendo un efecto ligeramente sedante.

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El Estrés

El estrés es un proceso por el cual el individuo se enfrenta a una situación de gran demanda para él. Suele originar cansancio y agotamiento y, en muchas ocasiones, está ligada a la ansiedad.

A veces los seres humanos nos estresamos para conseguir un mayor rendimiento. Pero este mayor rendimiento tiene una consecuencia lógica: la fatiga.  El estrés continuado constituye una fuente de problemas. Y también cuando se combina con una actividad que requiere toda la concentración, como es la conducción de un vehículo.

¿Cómo reconocerlo?

Fundamentalmente, el estrés genera cansancio y agotamiento, y, si va asociado a la ansiedad, puede presentar los mismos síntomas que ésta.

Tratamiento: Como normalmente suele estar asociado a la ansiedad, los ansiolíticos suelen ser los adecuados para tratar el estrés, ayudado de técnicas de relajación, ejercicio, etc.

¿Cómo afecta al conductor?
La conducción genera en sí misma estrés y los conductores estresados tienen más probabilidad de sufrir accidentes. La pérdida de atención, reacciones más agresivas y fallos en la habilidad para conducir son los efectos más habituales que suele originar.

La Depresión

La depresión es una enfermedad que se caracteriza por un estado de tristeza general y una pérdida de interés. Puede ser el resultado de muchos factores, desde genéticos hasta conductuales,  es decir el uso de sustancias como drogas o medicamentoso puede estar provocado por una enfermedad o un acontecimiento negativo.

¿Cómo reconocerla?
Las personas que padecen depresión suelen perder el interés, sentirse tristes y decaídos, cansados y tener pensamientos de muerte o suicidio y problemas para concentrarse o recordar o tomar decisiones. Es común tener desórdenes del sueño.

Tratamiento: Por lo general, antidepresivos tricíclicos, y nuevos antidepresivos que actúan como inhibidores de la recaptación de serotonina. Además de terapia.

¿Cómo afecta al conductor?
Por un lado, encontramos las consecuencias físicas. Así, la depresión conlleva un enlentecimiento de los movimientos y, dentro de la psíquica figura la dificultad para concentrarse, las ideas de muerte y suicidio.

 

Uno de los principales problemas que se plantean los médicos a la hora de tratar a los conductores con ansiedad o algún tipo de trastorno psíquico es qué recomendarles con respecto a la conducción.

Generalmente la influencia de estas enfermedades en el momento de ponerse al volante varía mucho en función de la enfermedad que se trate, la fase en la que se encuentre, la naturaleza de la misma, y el control de cada paciente, por lo cual es muy importante tener en cuenta que  no todos los casos son iguales y habrá que hacer una evaluación individual durante  las pruebas del reconocimiento médico  de los conductores.

Se estima que entre el 15 y 20% de la población padece algún trastorno de ansiedad

 responsable de diversos tipos de padecimientos que afectan a la conducción.

Los ansiolíticos. Doble problema

Es necesario que toda persona que esté bajo tratamiento con esta medicación, esté informada sobre los efectos de los mismos en nuestro organismo:

La dosis:

Las dosis se ajustan a cada paciente y a las características de la sintomatología, por lo cual los efectos pueden variar en el tiempo sobre todo en los tratamientos prolongados y no son todos iguales en todos los pacientes, por lo cual debe prestar atención a la indicación de su médico.

Inicio del tratamiento:

Los primeros días del tratamiento son de gran importancia porque el especialista está determinando, en función del resultado, cuál es el medicamento adecuado y se pueden producir desajustes. ¡Ojo a la conducción estos días!
Indicaciones del médico:

Pregunte a su médico e infórmese sobre los efectos del medicamento que estamos consumiendo y consultarle antes de realizar un viaje prolongado.

Las mezclas:

La combinación de benzodiacepinas con otras sustancias puede resultar peligrosa, ya que se potencia el efecto de éstas, especialmente cuando se trate de alcohol.

Padecer alguna de estas patologías o estar medicado con ansiolíticos o antidepresivos de ninguna manera impide que usted pueda renovar u obtener su permiso de conducir,  recuerde que debe presentar en el Centro de Reconocimiento Médico un informe de su médico psiquiatra o su médico de cabecera en el cual conste su diagnostico, la evolución de sus síntomas y  el tratamiento.

Lorena Pozzi

Col 47.831

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