Los datos son claros y alarmantes: unas 800.000 personas en España padecen demencia, y un 60% de éstas padecen un tipo de demencia, la más conocida, el Alzheimer. Este tipo de demencia es de origen desconocido e insidioso, es decir, aparece de una manera lenta y sin que el paciente se dé cuenta de ello. La persona tiene problemas de memoria, y otros problemas que afectan a la mayoría de aspectos de la vida (trabajo, vida diaria, hogar, relación con la familia…incluso al volante). El factor principal del riesgo es la edad, aunque no el único: el 12% de los enfermos tienen más de 75 años; el 35% más de 85; y un 40% supera los 90 años.
Algunos estudios han demostrado el incremento del riesgo de accidente de estos pacientes y la correlación entre las dificultades de la conducción y el deterioro cognitivo. La diferencia entre personas con y sin deterioro cognitivo se centran en aspectos como:
– dudas en las salidas del carril y de autopistas
– distracción con estímulos auditivos externos (pitidos de otros vehículos)
– toma de decisiones inadecuadas ante situaciones imprevistas
– irritabilidad al volante
– dificultad para realizar maniobras de giro y aparcar
– desorientación al transitar por lugares conocidos
Las conclusiones que también se observaron fueron que los trastornos de conducción se hacen más graves y frecuentes a medida que avanza el deterioro cognitivo, y que muchos pacientes abandonan la conducción sin que sea necesaria una valoración médica o se recurra a las autoridades.
En cuanto a la ley, resulta ambigua para determinar si alguien con trastornos puede conducir, los profesionales no lo aconsejan, pero no lo pueden prohibir, a no ser que un juez pida un informe. Por eso, lo mejor es que sean los propios familiares quienes presionen para que dejen de conducir acudiendo a revisiones periódicas y así se les conciencie de ello.
Detectar un deterioro cognitivo en el reconocimiento médico para la renovación del carnet de conducir es posible, ya que se realizan test psicotécnicos como el MinimentalStateExamination (MMSE) que los identificas, pero además existe la posibilidad de solicitar un informe de su médico de familia, o su especialista, para completar la historia clínica.
Una verz realizada la revisión médica, los centros médicos envían a la Jefatura Provincial de Tráfico el informe de aptitud psicofísica, el cual puede resultar; apto, no apto o apto con restricciones. Dichas restricciones pueden ser: revisiones édicas más frecuentes, disminuir el radio de conducción y/o la velocidad de circulación y/ o la vigencia del permiso de conducción) . Todo ello con la finalidad de adecuar la conducción a las condiciones, medicación y patologías del conductor.
Por último añadiré un test rápido para familiares de potenciales enfermos que conducen para dar pistas sobre si es conveniente acudir a un profesional:
- ¿Ha notado cambios en la conducción?
- ¿Se distrae si conduce con música, con la radio encendida o le hablan?
- ¿Reacciona inadecuadamente en situaciones peligrosas o inesperadas?
- ¿Se pone mas irritable cuando va conduciendo?
- ¿Duda a la hora de tomar las salidas de la autopista?
- ¿Ha confundido en alguna ocasión el freno con el acelerador?
- ¿Tiene problemas para cambiar de marcha?
- ¿Se confunde con las señales de tráfico?
- ¿Tiene dificultades para realizar maniobras de giro, aparcar,…etc?
- ¿Se ha equivocado de carril?
- ¿Se ha perdido en lugares conocidos?
- ¿Le ha visto desorientado en lugares conocidos?
- ¿Lleva una velocidad no apropiada?
- ¿Ha provocado algún desperfecto o accidente?
- ¿Han aumentado las multas de tráfico?
Fuente: Hardford Financial Services Group
Eduardo Carneros Martínez
Psicólogo de Certimedic nº 15.277
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