Desde Certimedic, centro de reconocimientos médicos en Barcelona, para la obtención y renovación del certificado médico para el permiso de armas, tanto de tipo E, seguimos con la serie de artículos relativos a la mejor forma de caza y preparación en nuestras mesas de las especies cinegéticas más habituales en nuestros campos.
En esta ocasión le toca a nuestro duende del bosque. Sin duda uno de los trofeos a los que a todo cazador quisiera optar. Con sus dificultades en la caza y sobre todo en el tiro. Esta vez en el blog hablaremos de los aspectos que podemos considerar más importantes a la hora de recechar y conseguir uno de estos buenos trofeos. Escurridizo y en muchas ocasiones difícil de ver y acechar, es una pasión su caza, y sobre todo después hablaremos de su tan apreciada carne.
En estas líneas vamos a referirnos a una serie de consejos para su caza en rececho, a los puntos clave para tener éxito. La caza del corzo es, sin duda, una de las ciencias cinegéticas más emocionantes. Su pequeño tamaño, su carácter esquivo y huidizo, y el difícil ambiente en el que se mueve, salvaje e incierto en el que suelen habitar, hacen que su abate resulte difícil y siempre valioso. Cada especie tiene sus propios secretos y peculiaridades, y a ellos tendremos que amoldarnos si queremos tener éxito en tan complicada tarea. Por este motivo, son muchos los puntos que tendremos que cuidar, tanto antes de recechar como durante el rececho.
- La ropa ha de ser ligera, de manera que nos permita desenvolvernos con facilidad, y de abrigo. Siempre es conveniente llevar una prenda de abrigo y si no hace falta se deja en el coche. Las madrugadas son frías, y será necesario preverlo portando alguna prenda de abrigo ligera y transpirable, de forma que permita la eliminación de la sudoración que se produce al caminar y así nos mantenga siempre secos. Unos buenos pantalones que nos protejan las piernas serán necesarios. Hemos de procurar al elegir una prenda que sea lo más silenciosa posible, de manera que cuando rocemos con ella sobre alguna rama o arbusto haga el menor ruido, impidiendo dar al traste con una larga aproximación.
- El calzado. Aunque en el rececho del corzo no siempre tendremos que caminar grandes distancias, sí que es conveniente que el calzado que llevemos sea cómodo y suave, de manera que no castigue nuestros pies. Las botas han de ser impermeables, para que nos protejan del rocío matutino, transpirable y resistente de forma que llevemos el pie siempre sujeto, protegiéndonos de esta manera de las torceduras. Hoy en día hay numerosos tejidos tipo Gore-Tex que son muy recomendables, pues proporcionan un gran confort.
- Nuestra arma, como en cualquier otro rececho, debe ser lo más ligero posible, de manera que al cabo de un par de horas no suponga una excesiva carga para el cazador.
- El Calibre. Como el corzo es el menor de los cérvidos, sería conveniente la utilización de un calibre acorde con su reducido tamaño. En la actualidad existe una amplísima gama de calibres, recomendando todos los que están incluidos entre un mínimo del 243 Win y un máximo del 7 mm Rem Mag. Aunque de todas formas siempre recomendamos que el cazador acuda a realizar el rececho con el que mejor se siente y con el que esté más habituado. Muchas veces tendremos que disparar con poca luz y a gran distancia. En cuanto al tipo de rifle a utilizar, nuestro consejo son los de cerrojo y los monotiro, siendo estos últimos los que poseen una mayor precisión y unas prestaciones que se ajustan a la perfección a esta modalidad de caza.
- El tiro, practicando: Es muy importante dado el pequeño tamaño del corzo -y por tanto de sus zonas vitales-, y conviene que antes de recechar probemos nuestro rifle de manera que estemos seguros de que se encuentra perfectamente en tiro. Así evitaremos más de un disgusto y además nos proporcionará una gran confianza en nuestras posibilidades de acierto.
- La óptica es fundamental para tener éxito en los recechos. Es imprescindible disponer de unos buenos prismáticos. Unos buenos prismáticos 7×42, 8×30 o 8×42 son buenos por su tamaño, ligereza y manejabilidad, aunque puede que en algunas ocasiones se pueden quedar justos de luminosidad al amanecer o en los crepúsculos. Horas en los que los corzos muestran una mayor movilidad y por lo tanto es más fácil dar con ellos.
- Las mejores horas: Como ya hemos comentado anteriormente, el corzo es un animal que presenta mayor movilidad al amanecer y en el crepúsculo. En estas horas será más fácil su localización. Por lo tanto, en las madrugadas antes de que despunte el alba sería necesario estar en el campo, pero cuidado, no es conveniente que comencemos el rececho si todavía no se ve adecuadamente, pues es más que probable que pasemos de largo a ese corzo que con tanta insistencia venimos buscando. En los atardeceres debemos tener paciencia y aguantar en el sitio que pensemos que el animal tiene su querencia hasta que ya no haya luz, pues los machos, y más aún los grandes, salen de la espesura cuando hay muy poquita luz. Es su manera de defenderse de su principal depredador, el hombre.
- Terrenos y querencias. El conocimiento del terreno en el que vamos a realizar el rececho es desde todo punto de vista fundamental, como en cualquier otra caza, si cabe en esta un poco más. Saber la orografía, sus accesos, los pastizales y cultivos que en el cazadero tenemos, es imprescindible para tener éxito en nuestra salida. Por ello, siempre procuraremos elegir un sitio elevado que nos permita la observación de la mayor superficie posible del cazadero. Con los prismáticos, observaremos con detenimiento todas las zonas en las que sea posible la presencia de un corzo.
- La entrada. Una vez que hemos localizado el corzo elegido comenzaremos el acercamiento o entrada. La forma de hacerla la elegiremos a continuación, pues el corzo es un animal que no suele estar mucho tiempo en el mismo sitio. Además con su gran olfato y una vista excelente, son muy capaces de detectar nuestros movimientos. Deberemos también estar atentos a la dirección del aire. Deberemos ser además lo más silenciosos posible, evitando a toda costa pasar por zonas boscosas en donde el follaje de los árboles y los restos de ramas y hojas puedan hacer nuestra aproximación infructuosa. Cerca de nuestro objetivo además tendremos que tener también en cuenta que es muy probable que el macho esté acompañado por una o más hembras, por lo que siempre tendremos que estar vigilantes de todos los corzos en la zona.
- El tiro. Una vez situados en un lugar lo más apto posible para disparar, intentaremos asegurarnos y encontrar un buen apoyo para nuestro rifle. Sólo deberemos disparar cuando nuestras posibilidades de abatir al corzo sea muy altas. Es desaconsejable realizar tiros muy lejanos a animales emboscados o a la carrera, ya que corremos el riesgo de dejar herido a nuestra pieza y no recuperarla. Aunque nos parezca que hemos fallado el disparo siempre es conveniente acercarse hasta el lugar en el que estaba el corzo y cerciorarnos de que efectivamente no hay sangre, pues muchas veces sucede, a pesar de su pequeño tamaño, que un corzo con un impacto mortal corre como si no le hubiéramos tocado.
Además os ofrecemos una receta para disfrutar de un manjar en la mesa como es desde una página muy interesante de cocina.
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Alfredo Cebollada
Col. 20895
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